Redes contra la rumorología

Carlos A. Jiménez Zarate

El rumor ha sido utilizado desde las primeras civilizaciones como medio de control social, en la antigua Roma los subostrani se dedicaban a esparcir las últimas noticias y también rumores con intenciones de manipulación y control político.

En las dos grandes guerras mundiales el rumor fue considerado un arma, las agencias de inteligencia militares de todas las potencias militares redactaron sendos manuales de “operaciones de guerra psicológica” (PSYOP), sus armas eran los engaños y rumores. La propaganda negra va de la mano con el rumor, el régimen Nazi pudo consolidarse en el pueblo Alemán por el sistema propagandístico que desarrollo Goebbels.

La propagación de rumores como medio y herramienta de manipulación masiva se convirtió en un eje troncal para cualquier campaña militar, con el fin de generar malestar social en el territorio “hostil” los agentes de la PSYOP tienen a su alcance vastos recursos humanos y materiales para operar las redes de telecomunicaciones; la electrónica se ha vuelto fundamental en dichas operaciones, pero aún se siguen siendo utilizados los panfletos, columnas de opinión en periódicos y por supuesto en la televisión y radio.

Actualmente las redes sociales en internet han potenciado los rumores y han abierto nuevas formas de desinformación, las batallas o campañas políticas se basan en gran medida en aquellos manuales de rumores y de guerra psicológica de las guerras militares.

Nuestra era se suponía que sería la de la información, pero el concepto de la PostVerdad se ha vuelto la columna vertebral de casi todas las estrategias comunicacionales y de marketing en todas las áreas y por supuesto en el ambiente político.

El ambiente político en México está de lleno en la sucesión presidencial, el precandidato de la izquierda Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aparece en casi todas las encuestas como el favorito a triunfar, esto ha desatado una campaña de guerra sucia en su contra. Lo cual no es ninguna novedad en las campañas políticas mexicanas; en el 2006 lo etiquetaron como “Un peligro para México”, incluso parte del sector empresarial pago spots contra AMLO.

En la elección del 2006 el gobierno Foxista, una gran parte del sector empresarial, los jefes de los sindicatos patronales, políticos afines al sistema, todos ellos se unieron contra AMLO, tenían de su lado el poder de la Televisión, especialmente de la empresa Televisa.

Pero la situación actual es totalmente distinta, en pocos años las redes sociales han trasformado las dinámicas de comunicación social  y sin bien las redes están inundadas de rumores, falsedades y de noticas manipuladas, también existen sectores de la población que se manifiestan contra estas “estrategias” del marketing político.

Tal como sucede hoy contra @JJRendon reconocido profesional del marketing político al servicio de la derecha internacional y que ha sido señalado como el ejecutor de la campaña “AMLO EN VENEZUELA”.

Miles de usuarios mexicanos se expresaron en Twitter y en Facebook y no aceptan la injerencia de tal personaje extranjero en la elección presidencial, JJ Rendón ha declarado abiertamente que hará todo lo posible “dentro de la ley” para que AMLO no llegue a la presidencia de México, el experto en “rumorología” debe aceptar que sus artilugios ya no rinden frutos como antes, la opinión social en red es muy difícil de manipular, las personas tienen a su alcance una gama muy diversa de fuentes de información incluso las personas crean sus propias noticias, la investigación de las noticias es el mejor remedio para el virus del rumor.

Los mexicanos se han manifestado contra la rumorología y prueba de ello es la siguiente red viral en Twitter de indignación, donde miles se han manifestado en contra de JJ Rendón. Incluso exigen a la SEGOB detener la injerencia o si fue contratado como consultor que se aclare quien lo contrato.  En su cuenta de Twitter @jjrendon aseguro que como consultor si es posible su participación en la elección mexicana para presidente. Pero la opinión social mexicana es clara, no a la guerra sucia.