Después del triunfo de Mauricio Macri como presidente electo de Argentina, la derecha internacional vuelve a la carga, para conseguir su verdadera meta dorada o mejor dicho petrolera en Sudamérica. El sueño del poder real de los EUA siempre será Venezuela; las grandes reservas petroleras representan para los grupos de intereses económicos y militares estadounidenses la premisa fundamental. Y las elecciones parlamentarias que sucederán el 6 de diciembre será el escenario perfecto para forzar al Bolivarismo a contraerse; desde varios medios de comunicación internacionales ligados a intereses norteamericanos se hacen rabiosos llamados a respetar la voluntad del pueblo venezolano, incluso en México dirigentes del PAN están “preocupados” y hasta han enviado observadores electorales; es la doble moral derechista de siempre, ningún panista o al menos sus líderes se pronunciaron por el fraude descarado cometido por su propio partido en contra de la “voluntad del pueblo mexicano”, ni tampoc